Biblioteca Pública de Nueva York

22 de abril de 2024.

Quizá no forme parte de las propuestas de las guías turísticas, pero la Biblioteca Pública neoyorkina merece una detenida visita. Se la conoce también como Main Branch o edificio Stephen Schwarzman y se encuentra en la Quinta Avenida, en un lugar que inicialmente fue el depósito de agua de la ciudad. Es de estilo arquitectónico Bellas Artes o clásico académico, propio de la Escuela de Bellas Artes de París, habitual en otros edificios de Nueva York, caracterizado por las líneas que dan simetría al conjunto. Contiene un amplísimo catálogo de libros, revistas y CD, e incluso allí se pueden aprender idiomas de forma gratuita.

La entrada es libre, así que no hace falta pagar para disfrutar de esta emblemática institución. La escalinata de acceso está presidida por dos leones. Una vez franqueada la entrada nos encontramos en el Astor Hall, el vestíbulo de mármol blanco en el que destacan las columnas, los techos, los arcos y las dos amplias escaleras que conducen a la planta superior. En este piso se ubica la hemeroteca DeWitt Wallace, un lugar para consulta de periódicos del día de todo el mundo. También incluye una de las mejores colecciones de mapas que existen actualmente y que fueron usados para el estudio de la costa de diferentes países durante la II Guerra Mundial.

El segundo piso está dedicado a zonas de estudio y eventos, aquí escribieron algunas de sus obras premios Pulitzer como Jeniffer Egan y Colson Whitehead.

La tercera planta alberga las salas de mayor tamaño. Hay que recrearse con el magnífico techo de la rotonda McGraw, un espacio con paredes de madera, ventanas semicirculares a juego con los arcos y murales en la parte superior, creados por Edward Laning. Cada panel representa un hito en la historia de la palabra escrita. Comienzan con Prometeo portando la llama, siguen con Moisés y los Diez Mandamientos y terminan con el primer uso de la máquina de escribir en Nueva York.

Desde este lugar se llega a algunas de las salas de lectura. De todas las de la biblioteca, una de las más impresionantes es la Sala Principal de Lectura Rose, y lo es no solo por la decoración del techo, sino por su enorme tamaño y los miles de libros que cubren sus paredes. Las largas mesas con sus lamparitas son un lugar privilegiado de consulta y lectura.

La sala Salomon contiene pinturas que representan la historia de esta Biblioteca Pública, entre ellas dos de George Washington y varias de los fundadores James Lenox y Jacob Astor.

Además de los salones, la Biblioteca ofrece a los visitantes exposiciones temporales y permanentes, también de forma gratuita. Entre estas últimas hay una de objetos de diferentes épocas, como una carta de Cristóbal Colón narrando su descubrimiento, la primera biblia que imprimió Gutenberg, una copia original de la Declaración de Independencia escrita por Thomas Jefferson, los peluches de Winnie the Pooh, el escritorio en el que escribía sus novelas Charles Dickens, o un certificado de una de las escapatorias de Harry Houdini.

En el centro de visitantes además del servicio de información hay una maqueta del edificio en la que se observan los distintos pisos y salones. Esta estancia era inicialmente el departamento∫ de Ciencias y Tecnología. La Biblioteca nació gracias a la fusión de las bibliotecas Astor, Lenox y Tilden. La construcción del edificio se inició en 1897 durando 13 años, tras lo cual se instalaron 121 kilómetros de estanterías, tardándose un año entero en trasladar los libros. Finalmente se inauguró el 23 de mayo de 1911 por el presidente William Howard Taft.

Apodada el Palacio de la Gente, tiene otros 90 establecimientos repartidos por toda la ciudad, pero este es el edificio principal que apareció en diversas series de televisión y películas como Seinfield, Sexo en Nueva York, CSI, Spiderman, Cazafantasmas, Desayuno en Tiffany’s y el Día de Mañana. Abre todos los días de la semana y es uno de los lugares más interesantes que podrás encontrar en la Gran Manzana, con la particularidad de que es de entrada libre, ya sea para visitas o para disfrutar de un rato de lectura o conectarte a Internet.