Tres lugares de agua y naturaleza en Lugo

La capital de la provincia de Lugo es bien conocida por su muralla y su gastronomía, pero en esta ocasión no visitaremos la vieja Lucus Augusti, sino que nos acercaremos a tres lugares de agua y naturaleza distante solamente unos kilómetros.

La primera parada es en Feira do Monte, en la laguna de Cospeito, que está en el municipio de este mismo nombre. Este es uno de los más de 340 humedales con que cuenta esta provincia, superando el 40% del total de Galicia, lo que explica la importancia que tienen las formaciones húmedas en el territorio lucense.

La de Cospeito es una de las varias que se encuentran en la comarca de Terra Chá, o Tierra Llana, y es un importante refugio de aves migratorias y un espacio natural que, como las otras lagunas, está incluido en la Red Natura 2000.

Un sendero la rodea al completo, siendo el punto de salida y de llegada en el centro de interpretación. A partir de ahí caminaremos siendo lo más silenciosos posible, evitando acercarnos a la orilla del agua y respetando la tranquilidad de las aves, para eso los mejores lugares en los que contemplar el humedal y la fauna son los varios observatorios que hay a lo largo del perímetro. Están en muy buen estado y permiten hacerse una idea de las dimensiones de la laguna y con paciencia y suerte observar el ir y venir de las aves.

La laguna de Cospeitotuvo antiguamente unas dimensiones mayores. Aunque parezca increíble, en los años sesenta fueron desecadas, pero afortunadamente se recuperaron en la década de los ochenta. Bajo la sombra de los árboles se da la vuelta al humedal en el que conviven aves acuáticas, además de garzas, chorlitos, avefrías, martines pescadores, halcones, cernícalos, azores y otras migratorias cuya presencia es muy numerosa sobre todo en octubre y noviembre y febrero y marzo.

Al margen de las aves, allí hay también varias especies de reptiles, entre ellos culebras y víboras; anfibios, como el tritón y la rana, y otros mamíferos, como la nutria. La laguna de Cospeito es también un lugar excelente para los aficionados a las caminatas y, en general, para quienes quieran pasar unas horas en un ambiente de pura naturaleza en uno de los mejores y más bonitos humedales de Lugo.

Estamos más cerca de la capital, en los municipios de Outeiro de Rey y Rábade, desde donde parten diversos caminos de la Ruta de las islas del Miño. Los dos ayuntamientos están separados por este río y por un puente medieval, aunque se cree que su origen podría ser otra construcción romana. Tiene siete arcos con tajamares.

Antiguamente era de peaje, por lo que para cruzarlo era necesario pagar en el viejo ayuntamiento, hoy conocido como Casa das Insuas, a escasos metros del puente, ya en Rábade, y que se ha reconvertido en Centro de Conservación y Estudio de la Naturaleza.

Este puente ha sido escenario de diversos episodios históricos que van desde el paso de las tropas de Napoleón a lugar de fusilamientos en un asentamiento militar carlista. Además de esta construcción viaria, la zona ofrece un área recreativa y de paseo a orillas del Miño. Cuenta con embarcadero, mirador y área infantil; en definitiva, es un sitio muy agradable para pasar unas horas junto al cauce del curso de agua más importante de Galicia.

Y aún hay más sorpresas, caminando unos pocos metros pasaremos por debajo del bonito puente del ferrocarril. A continuación tendremos ante nosotros las llamadas islas del Miño, formaciones que producen la bifurcación del río y que conforman un espacio protegido de alto valor medioambiental. Hay unos puentes que permiten pasar al interior de dichas islas y recorrerlas.

A través del camino se cruzan pastizales y bosques de robles y acebos, siempre con el frescor y el ligero sonido producido por las aguas fluviales. Hay otros elementos de interés como la centenaria fuente A Pinguela, a la que acuden los lugareños para llenar envases con agua. Su reparación en 1920 costó 266 pesetas y 75 céntimos.A pocos metros está el Pazo de Mirapeixe, de propiedad privada y que, lamentablemente, no se puede visitar.

Nos acercamos a Lugo capital bordeando el Miño para llegar al caneiro de Piago, en la parroquia de Robra. Un caneiro es una construcción de piedra que sirve tanto para canalizar el agua, como lugar de pesca e incluso para atravesar el cauce de los ríos.

El de Piago tiene la particularidad de que cuenta con una vieja central eléctrica, alimentada por el agua que es desviada a un canal desde el propio caneiro. Una arboleda sirve de lugar de reunión en los meses más cálidos, aprovechando la sombra de los árboles y la cercanía del agua. La zona tiene un ambiente muy especial, de hecho ha sido escenario de algunas películas, como El Rey del Río, de Gutiérrez Aragón, con Carmen Maura y Alfredo Landa.

Si todavía tenéis tiempo para seguir disfrutando, os aconsejamos una visita a la ciudad de Lugo para ver su muralla y saborear las afamadas tapas de sus locales de hostelería.