logo yo y mi maleta

Restaurantes que no nos gustan


The Yeatman (Vila Nova de Gaia, Portugal)

Por muchas estrellas Michelín de que presuma, este restaurante no deja de ser muy decepcionante. Es difícil calificar el menú y los platos que lo integran sin acudir a calificativos peyorativos, puesto que no se sirve más que una retahíla de tapas (no son platos) de nada. Cosas sin sentido, absurdas (el premio se lo lleva el cartucho de palomitas de maíz), aburridas hasta la saciedad, sin interés y algunas con sabor y textura de snack de bolsa. Tratan de salvar el disparate con un pescado tan diminuto que casi ni se puede valorar y, finalmente, apenas tres bocados de un cochinillo, lo mejor sin duda, que adolecía de exceso de grasa. El conjunto carece de valor nutricional, de calidad y de sentido común. Se confunde la creatividad con el dislate. Deficiente restaurante con un precio desorbitado, inflado hasta la locura, que no es merecedor de ningún reconocimiento (lo de las estrellas Michelín está cada vez más puesto en entredicho), solo aconsejable a aquellos que se dejan impresionar por este tipo de entornos. El servicio casi a la par con el menú.


Brother's Café o Khai's Brothers (Hanoi, Vietnam)

Ofrece un bufé libre a un precio asequible, aunque ninguno de los platos que lo componen vale la pena. Pero atención al comportamiento de los camareros, no sabemos si es un hábito o algo ocasional, aunque más nos inclinamos por lo primero: a la hora de pagar dicen que no funciona el TPV. Si te ocurre eso diles que lo quieres comprobar, suponemos que te sucederá lo mismo que a nosotros (y a otros clientes que vimos en la misma situación), la máquina funcionaba perfectamente y no hubo problema para efectuar el cobro.


El Taller de Seve (Puerto de la Cruz, Tenerife)

Comete el error de enmascarar los elementos principales de cada plato con salsas excesivamente fuertes y mal combinadas, sobre todo cuando son productos del mar, dicho sea de paso, no de la mejor calidad. Nada sabe a lo que debe. Da igual pedir una cosa u otra, al final resulta un baile de sabores demasiado potentes que ocultan lo que realmente querías comer. «Cocina moderna» muy mal entendida y ejecutada. Mal la comida, flojo el local y el personal tampoco convence mucho.


Cocinha da Sé (Braga, Portugal)

Típico restaurante para turistas que llegan a borbotones, comen alegremente y se marchan sin saber muy bien lo que comieron. Malos productos y mal elaborados. Difícil decir que un bacalao está mal en Portugal; pues aquí, sí. Un restaurante a evitar por más que vea turistas que se amontonan en la puerta y esperan para tener una mesa, o que en en alguna web te digan que es «excepcional».


Alameda XXI (Vigo)

Si hubiera que hacer una clasificación entre los peores, este se llevaría el segundo premio por detrás del Airiños de O Grove, que no merece ni siquiera una reseña. Impropio de un hotel de cinco estrellas. No se salva nada, ni el servicio ni la comida. Platos revenidos, deficientes preparaciones, trozos de pescado que no se pueden servir porque poco más tienen que espinas, raciones irrisorias. Enfin, el desastre entre los desastres.


Abadía do Porto (Oporto, Portugal)

Dar de comer a 50 o 60 personas al tiempo y a toda velocidad no es posible sin comprometer el resultado de las preparaciones. Eso es lo que pasa en este local, en el que es conveniente reservar dadas las colas que se forman en la entrada. Ya sabes aquello de "¿dónde vas Vicente?...". Precedido de una inmerecida fama, este restaurante no deja de ser una fábrica de platos presuntamente precocinados y terminados en el microondas para surtir a una clientela masiva y poco exigente. No vale en absoluto la pena un restaurante en el que prima dar de comer lo que sea y a toda costa a cuantos más y más rápido. A evitar.


El Lagar (La Palma, Canarias)

No puede ser buena la opinión de un local en el que el servicio es realmente desagradable. Los malos modos no se pueden justificar. Si se le añaden defectos de cocina, malas preparaciones y deficientes productos, el resultado es evitarlo.


Yayo Daporta (Cambados, Pontevedra)

Absolutamente sobrevalorado, con platos a base de productos, a veces, muy económicos que no justifican para nada el elevadísimo precio. Acompañamientos desafortunados que hacen el menú de degustación algo pesado. Muy mal servicio de sala, la amabilidad se tiene o no se tiene, pero aparentarla produce un desafortunado efecto. Los vinos deben estar en la carta para que el cliente pueda escoger y no llevarse la sorpresa a la hora de pagar. La pregunta es: ¿quién, o por qué, regala las estrellas Michelín?


Tampoco nos gustan:

En A Coruña: Casa Vasca

El Marquesito (Arenas de San Pedro, Ávila)

En Cádiz: Ventorrillo El Chato

En Madrid: El Chiscón.

En Braga: Bracara Augusta

En Oporto: Pedro Lemos, DOP, LSD, Chez Lapin, Cafeína, Galeria do Largo, éLeBê, Palco.

En París: Le Mesturet

En Lisboa: Bica do Sapato


¿Buscas ideas para viajar?

Te proponemos algunos destinos en España y Europa


AVISO LEGAL

Copyright SPIRALES EDITIONS © 2019 · Todos los derechos reservados· yoymimaleta.com