Rueda, patrimonio y gastronomía

25 de abril de 2024.

A un lado de la Nacional VI, la pequeña población de Rueda (1.100 habitantes) es un lugar de paso para quienes transitan por la Meseta rumbo al noroeste, y viceversa, pero esta localidad vallisoletana cuenta con varios reclamos que justifican una visita. Para empezar, hay que subrayar que pertenece a la comarca de Tierra del Vino, lo que ya nos da una idea de la principal actividad económica del municipio, el vino, no en vano es el epicentro de la denominación de origen Rueda, vinos blancos de reconocido prestigio en todo el ámbito nacional.

Precisamente de ahí se deriva una de las actividades que el viajero puede realizar, la visita a alguna de las numerosas bodegas que se distribuyen por el espacio urbano, por ejemplo las de Viore, Yllera, Ramón Bilbao, Montepedroso, Pago del Rey, Valdecuevas, Mocén, José Pariente, o Palacio de Bornos, entre otras. Esta última (a la entrada del pueblo si llegas dirección Madrid, o al revés si vienes de Tordesillas) tiene un agradable mesón en el que puedes degustar gratuitamente los vinos que en ese momento están de promoción o probar cualquier otro de la bodega, acompañado por una ración o un bocadillo de jamón. En su tienda hay otros productos castellanos que vale la pena adquirir: miel, magdalenas, hojaldres, legumbres, etc.

Un consejo que seguro nos agradecerás es que te permitas una comida en la Gastrobodega Martín Berasategui, ubicada en las bodegas Yllera, en la que podrás disfrutar de una experiencia de muy alto nivel. Ya sea a la carta o con su menú de degustación (84 euros por persona en el momento de escribir este artículo), te llevarás un gran recuerdo por la calidad y originalidad de sus platos, el magnífico servicio y el precioso local. Eso sí, procura llevar algo de abrigo, ya que se encuentran a 20 metros bajo tierra y realmente hace fresquito.

Ya que andamos en temas gastronómicos, te sugerimos también Casa Lola, casi enfrente de Palacio de Bornos, todo un clásico del lugar, con un local moderno y agradable y una amplia oferta de tapas y raciones. Y si solo deseas llevarte unas pastas o un buen pan castellano, Panadería Raúl (calle Azogue). Cualquiera de los que hemos mencionado será una parada que hará mucho más agradable tu viaje.

La capital del vino de Rueda tiene más que ver al margen de la comida y la bebida. En la calle principal (Santísimo Cristo) te encontrarás bonitas edificaciones que justifican que la villa sea considerada Conjunto Histórico Artístico, entre las que destaca la ermita del Cristo de la Cuba o del Cristo de las Batallas, de estilo barroco; la Estación Enológica de Castilla y León, o su Ayuntamiento.

Pero por encima de todo, es visita obligada la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que llama la atención por su fachada blanca y sus dos grandes torres laterales, terminadas en cúpulas de pizarra, y una tercera posterior de ladrillo rojo. Es Monumento Nacional desde 2013, fue construida en estilo barroco en el siglo XVIII y posee tres naves con mayor altura en la central. En el interior hay que prestar atención al cimborrio octogonal y el bonito facistol (foto de la izquierda), recientemente restaurado.

Es posible que hayas pasado en una o en muchas ocasiones por la autovía A-VI dejando a un lado Rueda y te haya parecido un pueblecito sin mayor interés. Es un error a la vez común y normal, pero ya ves que hacer un alto en el camino en esa localidad puede depararte bonitas y ricas sorpresas. La próxima vez pon el intermitente y descubre la cuna del vino blanco vallisoletano.